NUESTRA SEDE

El lugar

El Colegio de Arquitectos tiene su sede en la calle Palmeras del Limonar, situado en la zona residencial del mismo nombre, al este de la ciudad, entre las laderas de los montes que flanquean Málaga por el norte y la bahía. Es una antigua zona de mansiones señoriales, de las que aún hoy se mantienen numerosos ejemplos, entre los que se encuentra nuestra sede. 

En el extenso complejo, cuya superficie original sobrepasaba las 420 hectáreas, abarcaba por el oeste, desde las actuales torres de El Limonar, la vertiente este del monte de San Cristóbal hasta el Camino de los Almendrales. Por el este, desde la actual calle Carril de Castell, la acera impar de República Argentina hasta el arroyo Toquero y parte de El Mayorazgo.

Vuelo aéreo donde se observa el complejo de la Casa de las Palmeras con sus límites originales. 

Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

La implantación de la Casa palacio Bolín Martínez de las Rivas, se realizó, ubicando estratégicamente en primer término la edificación principal, para capturar las visuales sobre el mar y el paisaje circundante; y disponiendo seguidamente un conjunto de edificaciones complementarias de menor tamaño para ayudar a la organización de los accesos, los recorridos y las visuales interiores de la finca. Con esta organización se favoreció la apropiación de la naturaleza y su incorporación al conjunto como un elemento determinante del carácter del lugar.

Torre-mirador del jardín durante su construcción.

Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

Entrada al recinto y portería. 

Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

La arquitectura

El edificio que alberga las instalaciones del Colegio de Arquitectos fue un encargo que la familia Bolín Martínez de las Rivas realizó al arquitecto Fernando Guerrero Strachan para su residencia familiar. Era lo que en la época se denominaban hoteles, que proliferaron por el barrio de El Limonar donde se asentó la clase burguesa malagueña a finales del siglo XIX y principios del XX. Unas veces como testigo, otras como protagonista, esta casa palacio ha compartido el último siglo de vida de la ciudad y sus gentes y con ella vivió sus aventuras y desventuras. La idea de la Casa palacio nace de doña Mercedes, rica heredera de una de las mayores fortunas de España. Ella deseaba tener una casa al estilo de las mansiones que había frecuentado en el País Vasco, de donde procedía. Comenzó a construirse en el año 1921, y se terminó en el año 1924. 

«Constituye un tonificante contrapunto al estrés cotidiano de la urbe que lo circunda y configura un buen ejemplo de jardín subtropical mediterráneo.»

La Casa de las Palmeras justo antes de la finalización de las obras, aún con el andamiaje por el exterior.

Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

El arquitecto era un conocido de la familia, con quien fueron estrechando relación durante el proceso de construcción de la vivienda y creando un vínculo que permitiría que ciertas ideas y estilos de los propietarios se viesen reflejados en el proyecto, dando lugar a una obra más rica por su mezcla y su peculiaridad.

El complejo constaba de varias edificaciones: una casita a la entrada del recinto ―hoy fuera del recinto de la sede―, una portería o casa exterior ―que en los años 80 sería utilizada como galería de arte―, el módulo de garaje y la vivienda principal.

En la planta baja, con conexión directa al jardín, se situaba un vestíbulo, loable por su espacialidad y su característica chimenea, desde este se accedía a un amplio salón que, además, contaba con una capilla privada. En la misma planta también se ubicaban el despacho, el comedor, conectado de forma directa con la cocina, y los aseos.

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Vestíbulo de la sede del Colegio de Arquitectos de Málaga.

Loveladrillo. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

En la planta primera se disponía la zona más privada de la familia con un total de seis dormitorios, y en la planta segunda los del servicio junto con la zona de intendencia, así como una zona de almacenaje en el bajocubierta. 

El estilo predominante en el exterior de la vivienda, y del resto de edificios circundantes, es ecléctico regionalista andaluz, que es el que más define la arquitectura de Guerrero Strachan.

Ventanas de la zona trasera de la Casa de Las Palmeras.

Loveladrillo. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

El interior posee una mezcla, pero destaca el estilo neorenacentista en las zonas nobles de la planta baja, exceptuando la capilla cuyo ábside es de estilo neogótico, y la cual, aunque estaba incluida en proyecto desde el primer momento, fue terminada algo más tarde que el resto de la vivienda.  

De igual modo, son reseñables las molduras de yeso, las carpinterías de madera y las vidrieras, todo en su conjunto aporta aún más carácter a la vivienda.

Puerta de la capilla de la Casa de Las Palmeras.

Loveladrillo. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

El jardín concebido como finca de recreo

La Casa palacio Bolín Martínez de las Rivas se emplaza en un promontorio con vistas al mar que se alza al fondo del Valle de los Galanes. Desde este otero privilegiado, orientado al sur, se configura un cono visual encajonado entre el monte Gibralfaro al oeste y las elevaciones de Bellavista al este, con la playa de La Caleta al pie. Todo el trazado de la finca, incluyendo su jardín y las plantaciones asociadas a él, refuerza este carácter de mirador y arropa el eje así conformado.  

La parcela se corona a modo de meseta, y en ella se traza un jardín ornamental de estilo paisajista. En los escarpes que circundan esta meseta crece una vegetación más asilvestrada de carácter mediterráneo; esta vegetación se planta en su práctica totalidad como parte del proyecto de ajardinamiento original y no se encontraba en el lugar previamente, como puede verse en las fotos de la casa recién construida. En dichas fotos, la voluntad panorámica del proyecto resulta más evidente que hoy en día, cuando la arboleda ya ha alcanzado su madurez.

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Tomás Bolín en los jardines de la vivienda.

Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

En la actualidad, el crecimiento urbanístico ha acabado por rodear la Casa Palacio, por lo que su jardín constituye un extenso oasis de alto valor ambiental en una zona densamente poblada, realzado por su elevación topográfica respecto a las calles que lo rodean. Dicho jardín se percibe hoy por el observador como un pinar mixto de pino carrasco y pino piñonero, bajo cuyo dosel prospera un bien cuidado vergel de carácter mediterráneo con amplia presencia de plantas xerófilas. Al margen del pinar, hay agrupaciones de palmeras canarias y cipreses, estos últimos de notable porte. A ellos se suman ejemplares de algarrobo, falso pimentero, jacaranda, acacia, ficus, eucalipto, diversas especies de palmeras y un singular araar (o tetraclinis).

Jardines del Colegio de Arquitectos de Málaga.

Pablo F. Díaz-Fierros. ©2006 Colegio de Arquitectos de Málaga.

Frente al carácter formal del jardín orientado al sur, la parte norte alberga algunos caprichos que aportan un toque pintoresco, comunes, por otro lado, en la tradición jardinera de occidente. Junto al acceso principal se dispone un estanque que contiene plantas acuáticas y en el que se ubica la escultura de una sirena.

Sirena del Estanque de la Casa de las Palmeras. Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

Mercedes Martinez de la Rivas y Tomás Bolín sentados en la alberca de la casa. Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.

Con la frecuente e inesperada aparición de camaleones, pavos reales, ardillas y otros curiosos ejemplares de la numerosa fauna que aquí tiene su hábitat, constituye un tonificante contrapunto al estrés cotidiano de urbe que lo circunda y configura un buen ejemplo de jardín subtropical mediterráneo, tan frecuente en Málaga, y al nivel de otras espléndidas muestras de la ciudad como son el Paseo del Parque, la Finca de la Concepción, la de San José, el Retiro o La Cónsula.