SUBURBANOS PARA MIRAR EL MAR

“LA OBRA SUBURBANA DE GUERRERO STRACHAN. BUSCANDO LA ARQUITECTURA PARA UNA CIUDAD CON VISTAS ”

Edificios que forman parte de la ruta

Casas de Félix Saenz, paseo de Reding, 37-43 (1919-1922)

Hotel Caleta Palace, paseo de Sancha, 64 (1919-1920)

Hotel Príncipe de Asturias (1920-1926)

Vivienda en paseo de Sancha, 27, «La Bougavilla» (1920)

Viviendas adosadas en paseo de Sancha 34, 36 y 38 (1919)

Vivienda en paseo de Sancha, 63, «Villa María» (1917) [reforma]

Las ampliaciones realizadas en el puerto de Málaga a partir del siglo XVIII, con las sucesivas prolongaciones del dique de levante hacia el mar, propiciaron la gran transformación del frente marítimo de la ciudad antigua. Demolidas las murallas, la ciudad se adelantó sobre el playazo de la desembocadura del río Guadalmedina donde creció la Alameda dieciochesca entre árboles y casas palacio de comerciantes ilustres. Y a su levante, a finales del XIX, en el relleno de la ensenada del puerto viejo frente a la Cortina del Muelle y al pie del monte Gibralfaro, nació sobre el mar el nuevo Parque de Málaga.

Panorámica de la ciudad y el puerto desde el monte Gibralfaro donde pueden verse los aportes de terreno para la construcción del Parque entre 1909-1914.Puerto de Málaga, el parque, la alcazaba y la ciudad. Hacia 1900. España.
Archivo Fotográfico CTI. Universidad de Málaga.

“Abierta la ciudad al mar, ésta se comenzó a expandir más allá del puerto, a lo largo del antiguo Camino de Vélez.”

Los grandes espacios urbanos que habían definido la identidad de la ciudad hasta comienzos del siglo XX tuvieron su origen, por tanto, en la apropiación de estos espacios geográficos vacantes y sirvieron desde entonces para anclar las raíces de un nuevo paisaje próximo al mar cualificado por una vegetación exuberante. Abierta la ciudad al mar, ésta se comenzó a expandir más allá del puerto, a lo largo del antiguo Camino de Vélez, teniendo que buscar, en cada caso, la adaptación a las variaciones de su topografía: ancha superficie de tierra lindando con el muelle, y constreñida franja en la proximidad al monte de Gibralfaro y a la agrupación de colinas que se suceden hasta el valle de El Limonar.Las cualidades poco propicias para el ensanche urbano de esta línea de playa, la hicieron convertirse, sin embargo, en lugar idóneo para un nuevo desarrollo suburbano ligado a la creciente idea, en el cambio al siglo XX, de Málaga como ciudad saludable. El interés por la contemplación de la naturaleza y por el disfrute del clima con las cualidades terapéuticas asociadas a ello, unido a la peculiar orografía de la ciudad que se extiende al borde del mar, creó nuevas oportunidades que conducían a buscar una arquitectura que diese respuesta al privilegio de la observación de la naturaleza y permitiese la creación en ella de un nuevo paisaje construido.En este contexto, el arquitecto Fernando Guerrero Strachan encontró una oportunidad de aportar con su arquitectura soluciones paradigmáticas que daban respuesta a las necesidades de su tiempo.Así en 1919 construyó en el paseo de Reding una de sus obras más genuinas, los dos edificios residenciales conocidos como las Casas de Félix Saenz, uno con lingüística neoplateresca y otro de aire mudejarizante. Separados aparentemente mediante una estrecha calle que resulta más bien un patio abierto, en ambos se ciñe el muro de fachada frontalmente a la alineación del vial en las primeras plantas, mientras que se inicia una descomposición de los volúmenes a medida que asciende la altura del edificio mediante retranqueos de la fachada que dan forma a terrazas y miradores, también volados en algunas ocasiones. Esta descomposición ascendente es tal que el muro de la fachada queda transformado en torreones octogonales o de planta cuadrada y de distinta altura que se asoman, como las antiguas torres mirador, por encima del edificio. Todo un despliegue de recursos para incorporar a las viviendas del espacio de la calle y buscar la visión del mar.

Casas de Félix Sáenz en el paseo de Reding, entre 1926 y 1927.
Lucien Roisin Foto. Paseo de Reding. Casas de Félix Sáenz. Málaga (España).
Archivo Fotográfico CTI. Universidad de Málaga.

Estos mismos objetivos los podemos encontrar en otras obras, también ubicadas a lo largo del antiguo Camino de Vélez, destinadas a los hoteles que atendían la clara vocación de ciudad balneario de la Málaga de los años 20: el Hotel Caleta Palace de 1919 y el Hotel Príncipe de Asturias de 1920. La meditada implantación en la parcela dando respuesta a la orientación y a las vistas, y la fragmentación del volumen principal del edificio en otros menores para reducir la escala y articular las terrazas y miradores, particularizan la forma de estos inmuebles, otorgándose en ambos especial interés, con motivo de su uso público, al recorrido que se produce para acceder al edificio, resuelto en cada caso en función de las peculiaridades de la parcela y del programa funcional.

Hotel Caleta Palace. Vista exterior con cartel ‘Hotel Caleta’ hacia 1942.
Estudio Fotográfico Arenas. Hotel Caleta Palace. Vista exterior con cartel ‘Hotel Caleta’. Hacia 1942. Málaga, España.
01.Archivo Fotográfico CTI. Universidad de Málaga.

De este modo, en el Hotel Caleta Palace se dispone un volumen principal para habitaciones de mayor altura ajustado a la alineación de la calle, del arroyo de La Caleta, y del lindero al mar, y otro volumen menor frontero a éste. Al espacio del jardín se vuelcan las habitaciones de poniente y el acceso al pabellón bajo de uso social, pudiéndose realizar el ingreso al hotel, tanto desde la calle como a través de este jardín, por medio de una solución de vestíbulo en diagonal.

Antiguo Hotel Caleta Palace, actualmente Subdelegación del Gobierno en Málaga. Balcones mirando al mar.
Fer Gómez Mateos.©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

“El Limonar se convirtió en lugar idóneo para un nuevo desarrollo suburbano ligado a la creciente idea de Málaga como ciudad saludable.”

En el Hotel Príncipe de Asturias, el volumen se dispone centrado en la parcela, retirado de la calle y rodeado de un jardín a través del que se accede descendiendo, y al que se vuelcan las habitaciones. La fragmentación volumétrica se produce principalmente en la fachada orientada al sur, donde los balcones y miradores se articulan escalonadamente con los dos brazos de las bow-windows que forman un gran patio abierto al mar sobre el jardín.
Jardines y zona de expansión hacia el mar del Hotel Príncipe de Asturias, actual Gran Hotel Miramar. Fer Gómez Mateos.©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

Detalle de bow-window. Hotel Príncipe de Asturias, actual Gran Hotel Miramar.
Loveladrillo.©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

También tuvo la ocasión Guerrero Strachan de demostrar el interés por la contemplación de la naturaleza y el disfrute del clima en obras de viviendas unifamiliares, ejemplarizándose en las villas suburbanas del paseo de Sancha, 6, de 1919 y en la conocida como La Bouganvilla, de 1920. En estos proyectos adecuó la solución a la peculiaridad de la topografía, diferenciándose la parcela en lado del mar de la del lado del monte.

Vivienda unifamiliar en el paseo de Sancha 27, conocida como «La Bouganvilla».Pablo F. Díaz-Fierro.
©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.

“Guerrero Strachan demostró el interés por la contemplación de la naturaleza y el disfrute del clima en numerosas viviendas unifamiliares.”

En el caso primero, se dispone la edificación con una pequeña separación del vial por el que se produce el acceso a la vivienda, provocando un patio inglés que resuelve la diferencia de cota entre ambos lados de parcela, y que permite disponer el plano noble de la casa buscando las vistas al mar, a donde se abren los miradores de las estancias principales elevadas sobre los jardines que le sirven de filtro.

Cuando la parcela se encuentra en el lado del monte, como en La Bouganvilla, sobre un zócalo alineado con la calle, se dispone la casa como un mirador hacia el sur que disfruta de las vistas del Mediterráneo.

Edificios

C/ Héroe de Soston 12, Málaga

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