CARACTERÍSTICAS DE SU OBRA
Fernando Guerrero Strachan tuvo una carrera profesional especialmente prolífica. En sus 26 años de ejercicio como arquitecto se vio confrontado con encargos de índole muy diversa: desde casas baratas y edificios nobles de viviendas hasta proyectos institucionales de notable complejidad y diferentes usos. No es de extrañar, por lo tanto, que el catálogo de su obra suponga una compilación de formas e influencias variadas, manejadas siempre con notable maestría y una personalidad propia que lo han encumbrado como forjador de un cierto «estilo malagueño», como se le ha denominado en ocasiones.
Vista del antiguo Hotel America Palace desde la avenida de Málaga, Sevilla.
Pablo-F.-Díaz-Fierros. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.
Si la obra de Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, su tío y predecesor en la saga familiar de arquitectos, se caracterizaba por un sobrio neoclasicismo, la obra de Fernando Guerrero Strachan se encuadra ya en el pleno eclecticismo. Así, los rasgos estilísticos que caracterizan este movimiento resultan bien reconocibles en su obra: la recurrencia a un repertorio de formas procedentes de diversas épocas históricas y ámbitos culturales. Debido a que los nuevos equipamientos que florecen en la Málaga de la época ―objeto de una profunda renovación― carecían de un modelo al que adscribirse ―por su carácter novedoso― o se corresponden con tipologías tradicionales que estaban sujetas a revisión (hospitales, seminarios, hoteles), se miraba a estilos del pasado que encarnasen valores simbólicos o virtudes morales que se considerasen asociadas a cada uso. De esta forma, la espiritualidad del uso religioso se identificaba con el gótico, como en la iglesia del Sagrado Corazón; los valores cívicos, con el lenguaje clásico, como en el Ayuntamiento; y el espíritu burgués, con un decorativismo de influencia francesa, visible en los edificios de vivienda del centro histórico.
Detalles decorativos y atlante. Ayuntamiento de Málaga.
Pablo-F.-Díaz-Fierros. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.
Gran conocedor de los lenguajes arquitectónicos históricos, Guerrero Strachan maneja con solvencia la gramática formal de éstos y hace un uso culto del repertorio a su disposición. En él intercala también elementos de la tradición propia ―dinteles y arcos de ladrillo visto, torreones, tejaroces y aleros de madera de importantes vuelos, arcos de herradura, paños de cerámica vidriada, etc.―, componiéndolos con gracia de un modo personal y distintivo que hace que sus obras resulten identificables incluso para el profano, insuflándoles un aire propio.
Arcos de ladrillo visto y aleros de madera en la Casa de Socorro del Llano de Doña Trinidad.
Loveladrillo. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.
Estas influencias del mudéjar fueron acentuándose con el tiempo, para acabar incluso adentrándose en el plateresco, como en las casas de Félix Sáenz en el paseo de Reding. Debe subrayarse, además, la muy alta calidad con que oficios y artes aplicadas se incluyen en el programa decorativo de los edificios; el resultado es de unas superficies visualmente muy ricas. Considerando las elaboradas composiciones volumétricas que los distinguen en muchos casos, la incidencia de la luz solar sobre las fachadas genera una vibrante plasticidad: su reflejo sobre las superficies estucadas se destaca sobre las densas sombras que producen los cuerpos volados o rehundidos.
Detalle de decoración neoplateresca en las Casas de Félix Sáenz.
Loveladrillo. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.
Estos rasgos estéticos coexisten de modo resuelto, por otro lado, con las importantes innovaciones tecnológicas que habían surgido tras la revolución industrial. Guerrero Strachan hace un uso extensivo de las estructuras metálicas, presente en forjados y complejas cerchas de uniones roblonadas; un buen ejemplo de ello es la que sostiene la cubierta del Sagrado Corazón, por encima de las bóvedas de crucería, las cuales las ocultan a la mirada del espectador.
Interior de cubierta: estructura con cercha roblonada. Iglesia del Sagrado Corazón.
Loveladrillo. ©2024 Colegio de Arquitectos de Málaga.
Casa de las Palmeras en construcción. Cerchas metálicas en cubierta.
Archivo Colegio de Arquitectos de Málaga.
Sin embargo, la muerte sorprendió a Guerrero Strachan en la plenitud de su trayectoria. Tenía tan sólo 50 años de edad. Solamente podemos fantasear en qué habría devenido su producción de haberse prolongado ésta un par de décadas más, en un momento histórico en que el estilo internacional comenzaba a imponerse en el mundo. Lo que sí puede afirmarse es que modeló la imagen de una ciudad, Málaga, en un momento en que reorientaba su modelo productivo y daba un salto de escala con respecto a la limitada dimensión territorial que había tenido hasta el momento.