Colegio Sagrada Familia "El Monte"

– Inaugurado en 1926 –

El colegio Sagrada Familia “El Monte” resulta reseñable frente a otros colegios anteriormente construidos en la ciudad por dos razones principales: en primer lugar, su ubicación en la ladera del monte Gibralfaro, a la que se adapta gracias a un cuidado y complejo encaje topográfico; en segundo, sus detalles arquitectónicos y ornamentales enraizados en la tradición edilicia española.

En el año 1820 Pedro Bienvenido Noailles fundó la congregación de la Sagrada Familia de Burdeos, en Francia, con la ambición de crecer bajo el lema de hacer del mundo una única familia. Fue a mediados del siglo XIX cuando dicha congregación llegó a España y, concretamente, en 1867 cuando se asentó en la ciudad de Málaga, pero no es hasta 1880 cuando se establece el primer colegio femenino en calle Madre de Dios, 12. 

El colegio, que gozaba de buenas referencias en relación a la educación que en él se impartía, se vio en la ineludible tesitura de buscar un solar que le permitiese, no solo seguir creciendo, sino además albergar alumnas en régimen de internado, pues eran cada vez más las que acudían desde pueblos de la provincia. 

Fue por mediación del obispo Don Manuel González, que se adquirió la finca conocida como Los Eucaliptos, situada en la zona norte del monte Gibralfaro, desde la cual se divisaba el nuevo Seminario que dicho obispo estaba construyendo en un monte cercano, y cuyo proyecto había sido encomendado al arquitecto Fernando Guerrero Strachan, quien asumió también el proyecto del colegio. 

El 23 de octubre de 1924  se colocó la primera piedra del edificio con la bendición del obispo. El 6 de noviembre de 1926 tuvo lugar la fiesta de inauguración que marcaba el inicio de una nueva etapa en la labor educativa de la congregación en la ciudad.

“Un pequeño Escorial en la ladera del monte Gibralfaro ”

Fernando Guerrero Strachan se adaptó a las irregularidades que el terreno presentaba y solventó el gran desnivel existente incluyendo una planta inferior, construida desde la fachada norte hasta el centro de la edificación, resultando así una altura de tres plantas hacia el Camino Nuevo y dos hacia el monte Gibralfaro. 

El esquema de planta se articuló siguiendo una forma rectangular orientando los lados menores hacia este y oeste, simétricos entre sí, y los mayores hacia sur y norte. Se considera como planta baja, de menores dimensiones, la proyectada para salvar el desnivel del terreno, que fue destinada a los servicios de cocina y comedor. Las plantas primera y segunda, que sí ocupan toda la superficie de la edificación, se rigieron por cuatro crujías que abrazaban un gran patio rectangular en su interior, y en cuyo centro el arquitecto proyectó la capilla como núcleo del colegio, aunque esta no fue construida hasta después de la Guerra Civil, en 1945, de manos del arquitecto Enrique Atencia Molina. Fue también él quien en los años 60 incorporó una planta a la fachada sur, prolongándose levemente en forma de «u» hacia las fachadas este y oeste. 

En la planta primera se encontraban una capilla provisional, las aulas del colegio, salas de recibo y servicios higiénicos y en la planta segunda, regida por la misma estructura que la primera, las dependencias del internado con los dormitorios y servicios; ambas plantas discurrían de forma perimetral en torno al gran patio, al que asomaban las galerías que comunican todas las estancias del colegio. En el proyecto original de Fernando Guerrero Strachan, la capilla llevaba sobre el crucero un chapitel similar ―pero de mayor tamaño― a los dos construidos en las fachadas este y oeste sobre dos torres cuadradas, rematadas por apuntadas cúpulas afrancesadas de cuatro paños, cubiertas con escamas imbricadas.

Las fachadas este y oeste poseen una composición lineal marcada por un cuerpo retranqueado en la zona norte y uno saliente en la zona sur, y una destacable torre central de tres pisos en la que se encuentran las escaleras principales del edificio. Dichas torres quedaron rematadas con un apuntado chapitel de aire escurialense compuesto por cuatro paños de notoria y cóncava pendiente y cuyo acabado se ejecuta con escamas imbricadas de madera forradas por chapa metálica, pero cuya apariencia nos recuerda a la pizarra.

La fachada sur fue concebida como fachada principal siguiendo un diseño rectilíneo cuya horizontalidad quedó definida por el zócalo, la simetría de las ventanas, la moldura de la línea de imposta entre plantas y el alero ya desaparecido tras la elevación de planta ejecutada a posteriori. En su eje central el arquitecto proyectó un volumen saliente que funcionaba como zaguán de control y que daba paso al vestíbulo principal de entrada. En fachada quedó coronado con un frontón cubierto con una terraza con balaustrada, ensalzada por ser la única del edificio, y que daba entidad a la zona de la entrada principal. En cambio, la fachada norte se concibió con gran riqueza de perspectivas producidas por un juego de volúmenes con protuberancias y retranqueos, así como por el remate de los muros ochavados. De esta forma, el diseño concebido por Fernando Guerrero Strachan permitió la singularización y diferenciación de este edificio frente al de otros colegios ya existentes en Málaga.

Las cuatro crujías del edificio fueron proyectadas con tejados a dos aguas que conforman hastiales rematados con un pedestal en el vértice y con un óculo en el tímpano; se trata de un tipo de hastial que está presente en otras obras del arquitecto de la década de los años 20. Asimismo, prácticamente todo el perímetro del edificio se remata en cubierta con un alero volado sostenido por canecillos, destacados por un relieve inferior de candelieri y grutesco en los laterales.

En cuanto a detalles del interior, destacan los zócalos de azulejos que bañan el zaguán de control y el vestíbulo principal de entrada al edificio realizados con la técnica de arista o cuenca y cuyo diseño se basa en una red romboidal plagada de motivos florales. Asimismo, destaca la solería de baldosas hidráulicas que se conserva en dos de las tres plantas originales del edificio.

C/ Ferrándiz, 54-56. 29012 Málaga

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